Un poema de Roberto Fernández Retamar, el celebre cubano de Casa de las Américas.
Hojas color de hierro, color de sangre, color de oro,
Pedazos del castillo del día
Sobre los muertos pensativos.
Mientras la luz se filtra entre las ramas,
El aire frío esparce las memorias.
Es el primer otoño de sus ojos.
Cuánto camino andado hasta la huesa
Donde se han ido ahilando
Los amigos nocturnos del vino
Y los lejanos maestros.
Quedar como ellos profiriendo flores,
Quedar como ellos perfumando umbrosos,
Quedar juntos y dialogar
En plantas renacientes,
Para que nuevos ojos escuchen mañana
En el cristal de otoño
Los murmullos de corazones desvanecidos.
viernes, 9 de octubre de 2009
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