Luis Arturo Viña Pardo (Diciembre 10, 1969 - Diciembre 15, 2009)
Se murió mi hermano. No volveremos a jugar a los vaqueros en el inmenso jardín de la abuela. No habrá más matinales. No jugaremos más a ser casanovas en las fiestas de quinceañera ni a ser hombres en los bares de la veinteañez. No habrá más tertulia ni canto ni guitarra. No más serenatas a las novias. No habrá más kilómetros por recorrer en los carros viejos buscando nuevos sueños. No habrá más novenas de aguinaldo con nuestros hijos ni más recorridos en cicla con nuestros gordos cuerpos. No más vida. Se murió mi hermano. Me lo mataron... y con él, nos mataron a todos. Y me mataron a mi. Me mataron mi corazón, mis noches y mis madrugadas, mataron mi canto y mi guitarra y me mataron mi alma que sólo soñará con el reencuentro.
viernes, 18 de diciembre de 2009
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5 comentarios:
Claro que las campanas doblan por nosotros. Que la buena vida sea el mejor homenaje y la sonrisa del recuerdo del buen momento el epígrafe perfecto.
Un abrazo gordo.
CARLITOS, comparto tus palabras, se que se siente, ese vacio que queda nunca lo podrá llenar nada ni nadie. Yo tambien compartí con ustedes la buena tertulia, gracias.
ERNESTO LEÓN MARTÍNEZ RAMÍREZ
2010, febrero, y nada de historias
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