Hace rato no colgaba uno mío
Sabes que salió por la puerta y que jamás regresará. Sentirás la derrota. Nuevamente. No la ahogarás con tus gritos de auxilio y decidirás entregarte al dolor como una manera de pagar tus culpas, tus debilidades tan humanas, esa manía de autodestruirte. Y sabes que no volverá. Y no querrás saber de ella porque eres un egoísta en eso de la tristeza. La quieres sólo para ti y no soportas a la gente que atesora ese sentimiento como una manera de sentirse vivo. Sabes que no saldrás a ningún bar para envasar en las botellas tu pena y querrás a la nostalgia recorriendo tus pensamientos, tus gestos y tus fingidas risas. Y sí. Serás un hombre triste aunque tengas la certeza de que siempre lo has sido.
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1 comentario:
La certidumbre de la tristeza y el valor de la sobriedad; por mucho qeu cambiemos, algo en ´mi sigue repiendo aquella frase "beber no nos hace olvidar, pero hace que no nos importe recordar"
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