Un texto de María José Barrios, otra cazadora de cuentos mínimos
Toman café como si acabaran de conocerse. Intercambian memorias y cumplidos. Ella se prueba un vestido atrevido. Él le regala algo totalmente superfluo. Compran todo aquello que no se pueden permitir. Pasean de la mano. Espían en los probadores. Comparten un helado. Hacen el amor en el lavabo de señoras Y luego entran en el cine.
Justo antes de cerrar, devuelven todas las extravagancias que han comprado y se van a casa con las manos vacías y la cabeza llena de recuerdos.
De noche, fingen que no son más que un matrimonio aburrido. Él con su periódico, ella con su libro. Buenas noches, cariño. Buenas noches. Clic. A oscuras, ambos cuentan en silencio las horas que faltan para volver a encontrarse en una cafetería cualquiera de algún centro comercial.
martes, 30 de octubre de 2007
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