lunes, 9 de agosto de 2010

Ausencia

Uno de Gabriela Mistral

Se va de ti mi cuerpo gota a gota.
Se va mi cara en un óleo sordo;
se van mis manos en azogue suelto;
se van mis pies en dos tiempos de polvo.

¡Se te va todo, se nos va todo!

Se va mi voz, que te hacía campana
cerrada a cuanto no somos nosotros.
Se van mis gestos, que se devanaban,
en lanzaderas, delante tus ojos.
Y se te va la mirada que entrega,
cuando te mira, el enebro y el olmo.

Me voy de ti con tus mismos alientos:
como humedad de tu cuerpo evaporo.
Me voy de ti con vigilia y con sueño,
y en tu recuerdo más fiel ya me borro.
Y en tu memoria me vuelvo como esos
que no nacieron ni en llanos ni en sotos.

Sangre sería y me fuese en las palmas
de tu labor y en tu boca de mosto.
Tu entraña fuese y sería quemada
en marchas tuyas que nunca más oigo,
¡y en tu pasión que retumba en la noche,
como demencia de mares solos!

¡Se nos va todo, se nos va todo!

miércoles, 4 de agosto de 2010

A la voz de Susana Rinaldi

Perdón... vuelvo por aquí.. Si. ya sé que hace rato no pasaba, pero a veces la vida no deja, y uno se deja de la vida. Vuelvo con Cortazar, porque yo tampoco nunca se lo que hay detrás de tu voz.

No sé lo que hay detrás de tu voz.
Nunca te vi, vos sos los discos
Que pueblan por las noches este departamento de París.

Te busqué en Buenos Aires, pero sabés seguro
Cuántos espejos de mentira te hacen pifiar la esquina,
Como después de andar de bache en bache
Acabás con ginebra en un boliche
Murmurando la bronca del despiste.

No sé, ya ves, ni como sos,
Tengo las fotos de tus discos, gente
Que te conoce y te escribe,
Paredes de palabras con glicinas
Y vos detrás, inalcanzable siempre.

(Y esto que digo Susana
es también la Argentina donde todo
puede esconder la estafa si no sabemos ser
como el farol del barrio, o como aquí sus tangos,
vigías de la noche y la esperanza).

viernes, 21 de mayo de 2010

No me beses

Un regalo de Juan Carlos Ramírez.

miércoles, 19 de mayo de 2010

viernes, 14 de mayo de 2010

Al despedirnos me dio la mano...

Un verso de Ryszard kapuscinski

Al despedirnos me dio la mano
los dedos eran flácidos como las hojas mustias-
un tórrido día de un cálido verano
me atravesó el frío del otoño.

lunes, 10 de mayo de 2010

Pasa y olvida

Un poema de Ruben Darío... hoy que ando Azul.

Peregrino que vas buscando en vano
un camino mejor que tu camino,
¿cómo quieres que yo te dé la mano,
si mi signo es tu signo, Peregrino?
No llegarás jamás a tu destino;
llevas la muerte en ti como el gusano
que te roe lo que tienes de humano...
¡lo que tienes de humano y de divino!
Sigue tranquilamente, ¡oh, caminante!
Todavía te queda muy distante
ese país incógnito que sueñas...
Y soñar es un mal. Pasa y olvida,
pues si te empeñas en soñar, te empeñas
en aventar la llama de tu vida.

miércoles, 5 de mayo de 2010

Tranvía

Un minicuento de Andrea Bocconi

Por fin. La desconocida subía siempre en aquella parada. "Amplia sonrisa, caderas anchas... una madre excelente para mis hijos", pensó. La saludó; ella respondió y retomó su lectura: culta, moderna.
Él se puso de mal humor: era muy conservador. ¿Por qué respondía a su saludo? Ni siquiera lo conocía.

Dudó. Ella bajó.

Se sintió divorciado: "¿Y los niños, con quién van a quedarse?"

lunes, 3 de mayo de 2010

Miércoles de ceniza

Para que no se queden sin leer a TS Eliot

I
Porque no abrigo esperanzas de volver otra vez
porque no abrigo esperanzas
porque no abrigo esperanzas de volver
ansiando el donde este hombre de este otro sus andanzas
no lucho por llegar hacia esas cosas
(¿Por qué no ha de abrir el halcón sus alas ya andrajosas?)
¿Por qué he de lamentar
el perdido poder del reino usual ?

Porque no abrigo esperanzas de conocer otra vez
la cierta hora de tan incierta gloria
porque no pienso así
y porque sé que no conoceré
la única veraz potencia transitoria
puesto que he de beber, ahí,
donde florecen los árboles y las vertientes fluyen,
porque otra vez no hay nada.
Porque yo sé que el tiempo es siempre tiempo
y que el lugar es siempre y solamente un lugar
y que lo que es actual lo es sólo en cierto tiempo
y para un solo lugar
me alegro que sean así las cosas
y renuncio a la vez
a la sagrada faz y también a la voz
entonces, como no me es posible pensar que he de volver
me regocijo al tener que construir algo que me proporcione regocijo

Y ruego a Dios que nos tenga misericordia
ruego que nos haga olvidar
estos asuntos que originan en mí tanta discordia
ya que los he discutido y me los he explicado demasiado
porque no abrigo esperanzas de volver otra vez
que estas palabras respondan
por lo que ya se ha hecho que no se hará otra vez
y que se nos juzgue con misericordia
porque con estas alas no es posible volar
son simples abanicos y para abanicar
un aire seco ya y muy reducido
más seco, más reducido que la voluntad
enséñanos a sentir y a prescindir,
danos tranquilidad.

Ora por nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte.
Ora por nosotros por ahora y en la hora de nuestra muerte.

jueves, 29 de abril de 2010

Los hombres huecos

Volver a Eliot, que dibujó con tanta maestría el alma humana, con este texto que está perfecto para estos días en que por aquí en Colombia peleamos por política.


Somos los hombres huecos
Los hombres rellenos de aserrín
Que se apoyan unos contra otros
Con cabezas embutidas de paja. ¡Sea!
Ásperas nuestras voces, cuando
Susurramos juntos
Quedas, sin sentido
Como viento sobre hierba seca
O el trotar de ratas sobre vidrios rotos
En los sótanos secos
Contornos sin forma, sombras sin color,
Paralizada fuerza, ademán inmóvil;
Aquellos que han cruzado
Con los ojos fijos, al otro Reino de la muerte
Nos recuerdan -si acaso-
No como almas perdidas y violentas
Sino, tan sólo, como hombres huecos,
Hombres rellenos de aserrín.

martes, 27 de abril de 2010

Con tus labios a otra parte

Cuando uno no es buen poeta (ya lo he dicho antes) se hacen regulares canciones.

Si la noche viene sin sabor a madrugada
Si los besos llegan con olor a despedida
Si en tu voz se enredan solo lluvias y tristezas
Y en la piel me traes los olvidos de la tarde
Suelta mi mano y no traigas más adioses
Por favor vete con tus labios a otra parte.

Si la mañana viene sin el color de tus ojos
Si las miradas solo llegan con vientos y tormentas
Si en tu cama solo duerme la brisa y la cordura
Y en tu voz me traes el silencio y tus alardes
Suelta mi mano y no traigas más adioses
Por favor vete con tus labios a otra parte.

Que no hay noches sin madrugadas
Que el olvido no vive en la tarde
Que mis manos ya están llenas de nostalgias
Vete con tus labios a otra parte
Que no hay lluvia sin su tristeza
Ni mañanas bellas si no son soleadas
Que a mi no me caben más adioses
Vete con tus labios a otra parte

miércoles, 21 de abril de 2010

Vendrá la muerte y tendrá tus ojos...

De Cesare Pavese... un tipo que leí en los tiempos de la colección de best seller de Bruguera.

Vendrá la muerte y tendrá tus ojos
-esta muerte que nos acompaña
de la mañana a la noche, insomne,
sorda, como un viejo remordimiento
o un vicio absurdo-. Tus ojos
serán una vana palabra,
un grito acallado, un silencio.
Así los ves cada mañana
cuando sola sobre ti misma te inclinas
en el espejo. Oh querida esperanza,
también ese día sabremos nosotros
que eres la vida y eres la nada.
Para todos tiene la muerte una mirada.
Vendrá la muerte y tendrá tus ojos.
Será como abandonar un vicio,
como contemplar en el espejo
el resurgir de un rostro muerto,
como escuchar unos labios cerrados.
Mudos, descenderemos en el remolino.

lunes, 19 de abril de 2010

Algo sobre la muerte

Un fragmento del célebre poema de Jaime Sabines.

Estoy descalzo, me gusta pisar el agua y las piedras,
las mujeres, el tiempo,
me gusta pisar la yerba que crecerá sobre mi tumba
(si es que tengo tumba algún día).
Me gusta mi rosal de cera
en el jardín que la noche visita.
Me gustan mis abuelos de totomoste
y me gustan mis zapatos vacíos
esperándome como el día de mañana.
¡A la chingada la muerte!, dije,
sombra de mi sueño,
perversión de los ángeles,
y me entregué a morir
como una piedra al río,
como un disparo al vuelo de los pájaros.

jueves, 15 de abril de 2010

Análisis tardío

Aquí, orando junto a Pier Paolo Pasolini.

Sé bien, sé bien que estoy en el fondo de la fosa;
que todo aquello que toco ya lo he tocado;
que soy prisionero de un interés indecente;
que cada convalecencia es una recaída;
que las aguas están estancadas y todo tiene sabor a viejo;
que también el humorismo forma parte del bloque inamovible;
que no hago otra cosa que reducir lo nuevo a lo antiguo;
que no intento todavía reconocer quién soy;
que he perdido hasta la antigua paciencia de orfebre;
que la vejez hace resaltar por impaciencia sólo las miserias;
que no saldré nunca de aquí por más que sonría;
que doy vueltas de un lado a otro por la tierra como una bestia enjaulada;
que de tantas cuerdas que tengo he terminado por tirar de una sola;
que me gusta embarrarme porque el barro es materia pobre y por lo tanto pura;
que adoro la luz sólo si no ofrece esperanza.

martes, 13 de abril de 2010

El suicida

Ah... Borges

No quedará en la noche una estrella.
No quedará la noche.
Moriré y conmigo la suma
Del intolerable universo.


Borraré las pirámides, las medallas,
Los continentes y las caras.
Borraré la acumulación del pasado.
Haré polvo la historia, polvo el polvo.


Estoy mirando el último poniente.
Oigo el último pájaro.
Lego la nada a nadie.

lunes, 12 de abril de 2010

Escrito en la espalda de un árbol

Un poema de Miguel Méndez Camacho.

No recuerdo si el árbol daba frutos
o sombra,
sólo sé que dio pájaros.

Que era el centro del patio
y de la infancia.

Que en la madera fácil
tallé tu nombre encima
de un corazón flechado.

Y no recuerdo más:
tanto subió tu nombre con el árbol
que pudiste escaparte
en la primera cosecha que dio pájaros.

jueves, 8 de abril de 2010

Solo de piano

Para los que me extrañan... un poema... o mejor un antipoema de Nicanor Parra.


Ya que la vida del hombre no es sino una acción a distancia,
Un poco de espuma que brilla en el interior de un vaso;
Ya que los árboles no son sino muebles que se agitan:
No son sino sillas y mesas en movimiento perpetuo;
Ya que nosotros mismos no somos más que seres
(Como el dios mismo no es otra cosa que dios)
Ya que no hablamos para ser escuchados
Sino para que los demás hablen
Y el eco es anterior a las voces que lo producen;
Ya que ni siquiera tenemos el consuelo de un caos
En el jardín que bosteza y que se llena de aire,
Un rompecabezas que es preciso resolver antes de morir
Para poder resucitar después tranquilamente
Cuando se ha usado en exceso de la mujer;
Ya que también existe un cielo en el infierno,
Dejad que yo también haga algunas cosas:
Yo quiero hacer un ruido con los pies
Y quiero que mi alma encuentre su cuerpo

martes, 30 de marzo de 2010

Para los sentimentales

Un fragmento del colosal Nabokov en su Curso de literatura rusa

Un sentimental puede ser una perfecta bestia en sus ratos libres. Una persona sensible no será nunca cruel. El sentimental Rousseau, a quien se le saltaban las lágrimas ante una idea progresista, distribuyó sus muchos hijos naturales entre diversos hospicios y asilos, y jamás se ocupó de ellos. Una solterona sentimental puede mimar a su loro y envenenar a su sobrina. El político sentimental puede acordarse del día de la madre y aniquilar implacablemente a un rival. A Stalin le encantaban los niños. Lenin lloraba en la ópera, sobre todo en La Traviata. Todo un siglo de autores cantaron la vida sencilla de los pobres. Por autores sentimentales nos referimos a la exageración no artística de emociones corrientes, que pretende provocar automáticamente la compasión tradicional en el lector

lunes, 29 de marzo de 2010

Juan sin tierra

Un fragmento de este texto de Juan Goytisolo, un escritor en el que vale la pena sumergirse.

El asombro te invade ¿Qué más quieres de ti? ¿No has saldado la deuda? El exilio te ha convertido en un ser distinto que nada tiene que ver con el que conocieron. Su ley ya no es tu ley, su fuero ya no es tu fuero. Nadie te espera en Ithaca, anónimo como cualquier forastero, visitarás tu propia mansión y te ladrarán los perros. Tu chilada de espantapájaros se confunde con la de los mendigos y alegremente aceptarás la ofrenda de unas monedas. El asco, la conmiseración, el desdén serán la garantía de tu triunfo. Eres el rey de tu propio mundo y tu soberanía se extiende a todos los confines del desierto. Vestido con los harapos de tu fauna de origen, alimentándote de sus restos, acamparás en sus basureros mientras afilas cuidadosamente la navaja con la que un día cumplirás tu justicia.

jueves, 25 de marzo de 2010

Hugh Selwyn Mauberley

Aquí les va un fragmento de este bello texto de Ezra Pound, especial para ciertos amigos que creen que la izquierda lo justifica todo.

Esos lucharon en todo caso, y algunos creyendo,
pro domo, en cualquier caso...
Algunos rápidos para armarse,
algunos por aventura,
algunos por miedo a la debilidad,
algunos por miedo a la critica,
algunos por amor a la matanza,
en imaginación, aprendiendo luego,
algunos por miedo,
aprendiendo a amar la matanza;
murieron algunos, pro patria,
no dulce, no et decor...,
caminaron hundidos hasta los ojos del infierno,
creyendo las mentiras de los viejos,
luego descreyendo volvieron a casa,
a casa a una mentira,
a casa a muchos engaños,
a casa a viejas mentiras y nueva infamia:
la usura, vieja como la época
y espesa como la época,
y embusteros en nuestros públicos.
Atrevimiento como nunca, desperdicio como nunca.
Sangre joven y elevada sangre,
besas mejillas y hermosos cuerpos,
fortaleza como nunca, desilusiones como nunca
se contaron en los días de antaño, histerias,
confesiones de trinchera, risa salida de barrigas muertas.
Allí murieron una miríada,
y de los mejores entre ellos, por una vieja perra,
de dentadura podrida, por una civilización averiada;
encanto sonriendo en la boca buena, ojos vivaces,
ausentes bajo la tapa de la tierra,
por dos gruesas estatuas rotas,
por unos pocos miles de libros maltrechos.

miércoles, 24 de marzo de 2010

Prufrock y otras observaciones

Ahí les va otro de TS Eliot

La niebla amarilla que lava su espalda en el cristal de las vidrieras,
el humo amarillo que lava su hocico en el cristal de las vidrieras
pasó su lengua por el interior de las esquinas de la tarde,
se quedó suspenso largo tiempo sobre los charcos de las cunetas,
dejó caer sobre su espalda el tizne que cae de las chimeneas,
se deslizó por la terraza, dio un salto súbito,
y, viendo que era una noche suave de octubre,
se enroscó una vez a la casa y se quedó dormido.

Y, en verdad, habrá tiempo
para el humo amarillo que se desliza a lo largo de la calle,
frotando su espalda sobre el cristal de las vidrieras;
habrá tiempo, habrá tiempo
para preparar un rostro que acepte los rostros que encuentres,
habrá tiempo para matar, habrá tiempo para crear
y tiempo para todas las labores y los días hábiles
que levanten y dejen caer una pregunta en tu plato;
habrá tiempo para tí y habrá tiempo para mí,
y habrá tiempo incluso para cien indecisiones,
y habrá tiempo para cien visiones y revisiones
antes de que tomemos una tostada y té.

martes, 23 de marzo de 2010

El primer coro de la roca

Te enseñaré el miedo en un puñado de polvo... que frase, como todas las de TS Eliot con quien estoy casado por estos días. Aquí les dejo el primero de una serie de poemas de este anglo norteamericano.


Se cíerne el águila en la cumbre del cielo,
El cazador y la jauría cumplen su círculo.
¡Oh revolución incesante de configuradas estrellas!
¡Oh perpetuo recurso de estaciones determinadas!
¡Oh mundo del estío y del otoño, de muerte y nacimiento!
El infinito ciclo de las ideas y de los actos,
infinita invención, experimento infinito,
Trae conocimiento de la movilidad, pero no de la quietud;
Conocimiento del habla, pero no dei silencio;
Conocimiento de las palabras e ignorancia de la Palabra.
Todo nuestro conocimiento nos acerca a nuestra ignorancia,
Toda nuestra ignorancia nos acerca a la muerte,
Pero la cercanía de la muerte no nos acerca a Dios.
¿Dónde está la vida que hemos perdido en vivir?
¿Dónde está la sabiduría que hemos perdido en conocimiento?
¿Dónde el conocimiento que hemos perdido en información?
Los ciclos celestiales en veinte siglos
Nos apartan de Dios y nos aproximan al polvo.

martes, 16 de febrero de 2010

El día señalado

Volví. Aunque dudo que muchos me hayan extrañado. Vuelvo por las viejas lides. Estas son las primeras frases del prólogo de esta novela de Manuel Mejía Vallejo. Que buena novela. Un pedazo como para que arranquen a buscarla, porque vale la pena.

Los brazos de la cruz señalan este letrero: José Miguel Pérez. Diciembre de 1936 - Enero de 1960.

Entre las dos fechas hubo una vida sin importancia. Nació porque un hombre dijo a una mujer que lavaba ropa en el río:

-¿Te irías conmigo a cualquier parte?

Y porque la mujer bajó los ojos jugando nerviosa con los dedos. Su resistencia fue apenas una invitación a que el otro la venciera.

Para José Miguel Pérez los dias se hicieron estrechos como el camino del vientre al mundo. A toda hora tuvo que nacer y morir un poco, sin darse cuenta. De niño dijo las palabras de los niños, de hombre hizo lo que los hombres hacen cuando no tienen más remedio.

Cada mañana, su madre -el forastero que la invitara años atrás no volvió- le enseñaba:

- Aprenderás a leer. No ruedes por allí que no hay más calzones.

- Me gusta rodar falda abajo y revolcarme en la arena.

Ella lavaba para gentes del pueblo, él ayudaba a tender la ropa sobre las piedras.

Y aprendió a leer y elevó cometas de papel impreso. Cuando llegaron los gitanos y le dejaron montar un caballo alazán, le sonaron bien los cascos en el pedrero y el rumor del viento en las crines.

- Hay que ser alguna cosa en la vida -le decía su madre al verlo cuidando gallos de riña-. El no entendía eso. Alguna cosa era cada uno de los que pasaban el río, que recorrían las calles del pueblo, que morían bajo los lechos o al aire libre. El deseaba un caballo alazán y galopar en los caminos.

- No quiero hacer mandados a don Jacinto el de la tienda. paga poco y acosa mucho. Así nunca podré comprar un caballo.

- Ser alguna cosa es más importante que un caballo.

- Más importante es un caballo alazán.