miércoles, 13 de febrero de 2008

Ausencia

Cuando no se es poeta, al menos un buen poeta, se hacen boleros, aunque no sean buenos boleros.


Regálame el dolor de tu ausencia
Y una noche sin el eco de tus sueños
Dale a mi alma el consuelo de tu partida
Aunque no haya lágrimas para pagar el precio
Y quítame los amaneceres en silencio
Y el alcohol para lavar mis heridas
Que este corazón ya no soporta
Tanto amor enclavado en medio del pecho
Y que la distancia se coma los recuerdos
Para que no tenga que ver más tus ojos negros
Que esa noche traicionaron mi memoria
Jugando al amor con el extraño del espejo.

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